El FBI está teniendo un curioso problema interno, ya sancionó agentes por masturbarse y ahora, estudia como controlar la erotomanía de los agentes.
Varios agentes están siendo sancionados por masturbarse en la oficina. Otros abusan de los modernos teléfonos celulares que les da la organización para pasarse fotos de sexo explícito de ellos o de terceros.
De los 36000 agentes que tiene el FBI, entre 2010 y 2012 al menos mil de ellos sufrieron una investigación o fueron castigados por violaciones disciplinarias por hacer algo así.
"Un supervisor que miró películas pornográficas en la oficina mientras se satisfacía sexualmente en horas de trabajo recibió una suspensión de 35 días", destaca el documento.
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